FELICIDADES ANDREA DEL SOCORRO CAUICH CHAN

Licenciada en Literatura Latinoamericana con Mención Honorífica

DEL CIELO A LA TIERRA: EL JUEGO DE LA IDENTIDAD EN RAYUELA, DE JULIO CORTAZAR

El sínodo estuvo integrado por la Maestra Lourdes Maribel Cabrera Ruiz (Asesora), por la Doctora Silvia Cristina Leirana Alcocer (Presidente) y por el Doctor Óscar Ortega Arango, les acompaña la Doctora Roxana Quiroz Carranza, Secretaria Administrativa de la Facultad, fecha del examen: Miércoles 22 de marzo de 2017.
Breve descripción de la Tesis
La novela Rayuela del escritor argentino Julio Cortázar ve la luz por primera vez en el año de 1963, cuando su autor ya gozaba de un renombre en el mundo literario. Desde esa fecha hasta nuestros días ha sido objeto de múltiples y variados estudios enfocados a distintos aspectos, tanto dentro como fuera de la novela misma. El presente trabajo busca dar una nueva mirada a dicha obra a través de líneas de investigación aparentemente lejanas, pero que han venido a confluir en un mismo punto: la existencia de un problema de identidad latinoamericano, lo cual se explica en el primer apartado del trabajo. La historia de América Latina ha estado marcada por constantes enfrentamientos en busca de su independencia de las grandes naciones, de gobiernos fallidos, de una dictadura tras otra, tratando de encontrar su propio camino. Para poder cuestionarse la identidad es necesario comenzar por el individuo mismo, es debido a esto que en el segundo capítulo se ha partido desde el análisis narratológico de los personajes como primer punto de cuestionamiento a la identidad, pasando por la teoría del Caos que sacude las bases de órdenes establecidos, tanto desde los personajes mismos como en la estructura de la novela con el famoso Tablero de dirección, hasta culminar en los problemas de identidades nacionales latinoamericanas en el tercer capítulo del trabajo. Una de las bases de esta tesis es proponer la figura de la rayuela como una forma de deconstrucción de la realidad de América Latina para poder crear algo nuevo, algo propio. Muy al estilo de Cortázar, este cuestionamiento es despojado de la sobriedad con la que suele ser tratado y halla su eco en un juego de niños. Porque no hay nada más serio que los juegos de la infancia. Porque a veces se nos olvida que el Cielo y la Tierra, al igual que en la rayuela, están en un mismo plano.

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